La red vial inca denominada Camino Inca o Qhapaq Ñan, fue la obra más notable de esta civilización, extendiéndose desde la sede del Imperio en Cusco hasta el Río Bío Bío en el sur de Chile y atravesando la selva colombiana por el norte. La misma alcanzó una extensión de más de 50 mil kilómetros de puentes, caminos, fuertes, túneles y puestos de control.
Esta gran obra conocida como Camino Inca, de gran relevancia geopolítica, acaba de fundirse con la última tecnología LED de iluminación. En Cusco, se instalaron luminarias modelo Kazu y Terra Midi de la multinacional belga Schréder en el inicio de esta red vial y en el Arco Tica Tica, fusionando el pasado histórico con el futuro tecnológico, en una obra que resalta la belleza arquitectónica de este camino por las noches.
Esta es una más de las obras que está posicionando a Cusco como uno de los departamentos que más rápido avanza en materia de recambio de luminarias en Perú, beneficiando con mejor iluminación y seguridad a miles habitantes, permitiendo además un ahorro de electricidad cercano al 50% y protegiendo el medioambiente.
De hecho, amplios sectores rurales del Valle del Vilcanota, en el departamento de Cusco, las avenidas El Sol, Del Arco Tica Tica, Almudena, Manzanapata y José Gabriel Cosio, además de la Plaza de Armas de Sicuani han sabido de este avance tecnológico.
A esto, se suman proyectos recientemente finalizados o en ejecución en la Plaza de Armas, Urcos; las calles y avenidas de la zona de Quincemil; en Huarocondo; y en Plazoleta Santa Ana. Asimismo, a la espera de pronta instalación de luminarias están los proyectos en Calle Nueva Alta de Cusco y la renovación de redes en el Valle La Convención.
Estas luminarias son fabricadas por Schréder con materiales reciclables poseen altos estándares de calidad internacional, ya que son de aluminio inyectado, y permiten mejores niveles de iluminación. Su diseño ofrece un elevado nivel de protección contra la corrosión, los impactos y las vibraciones. Son altamente resistentes y no necesitan mantenimiento. Asimismo, trabajan de manera óptima por 100 mil horas, tiempo en el cual sólo presentan una depreciación del flujo lumínico de un 10%. Además, generan un ahorro energético de un 50% (como promedio), comparativamente con la tecnología HID.
Fuente Diario Correo