Retraso. A un año de que concluya su gestión, no se culmina el hospital Lorena ni se inicia la Vía Expresa. El colegio Pillao Matao sigue parado y el relleno de Huancabamba se anuló.
El 2017 no ha sido un buen año para Cusco. Ni el gobierno nacional ni el regional han podido concluir las obras más importantes que espera su población. No hay Gasoducto Sur Peruano ni Aeropuerto Internacional de Chinchero.
La gestión del gobernador regional Edwin Licona no ha podido concluir ninguna obra grande. Tampoco acabó las pequeñas obras educativas que heredó con problemas de sus antecesores René Concha Lezama y Jorge Acurio Tito.
EL LORENA OTRA VEZ
Cuando Licona agarró las riendas del Gobierno Regional, la construcción del nuevo hospital Lorena tenía un avance del 50%. Debido a que el consorcio Salud Lorena, integrado por OAS, no cumplió los plazos de ejecución, Licona se vio obligado a resolver el contrato en 2015.
Desde entonces no ha podido mover ni un ladrillo en el proyecto. Tras resolver el contrato no pudo reiniciar las obras, debido a que demoró en hallar la forma de hacerlo.
Recién en 2016 consiguió abrir paso a la contratación de Argola, una empresa que hizo los expedientes pero en forma deficiente. Tuvo 704 observaciones, subsanados después de casi dos meses. Con los documentos en mano Licona no sabía cómo retomar la obra. Vacilaba en hacerlo por administración directa o por contratación.
Recién en octubre se aprobó los términos de referencia y a inicios de diciembre se puso en marcha el proceso de licitación. Si todo marcha como está programado, en marzo del 2018 se dará la buena pro.
En el antiguo local del Lorena se atendían cerca de 800 pacientes.Debido a que ahora funciona en el desgastado hospital Contingencia apenas se realiza 350 atenciones.
Para concluir y equipar el hospital Antonio Lorena se necesita S/ 267 millones 785 mil 350. Cuando la obra se concesionó a OAS en 2012, iba a demandar una inversión de S/ 291 millones, pero ahora costará en total casi S/ 500 millones.
VÍA EXPRESA EN ESPERA
El asfaltado de la Vía Expresa debía empezar el 09 de marzo de 2017. Se suspendió porque los Ministerios de Vivienda y Transportes no aprobaron el Estudio de Impacto Ambiental, el expediente técnico y otros documentos. Esta obra vial fue anunciada como la gran obra de la gestión Licona. Costará 357 millones de soles, financiado por un crédito del Banco Mundial(BM).
El Plan Copesco, que está a cargo del proyecto, puso entonces nueva fecha para el inicio: agosto. Tampoco empezó porque el BM no daba luz verde a las empresas interesadas en construir el proyecto. Hace una semana y media salió la lista de nueve empresas aptas para concursar.
Ítalo Ramos, director del Plan Copesco, sostuvo que con ello la buena pro se estaría dando en abril de 2018. En el ínterin, el gobernador Licona incluso deslizó la posibilidad de dejar de lado el préstamo del BM y, por ende, la obra.
OTRAS FRUSTRACIONES
Desde 2013, los niños del colegio Virgen del Carmen de Pillao Matao (San Jerónimo) reciben clases en condiciones precarias, en aulas prefabricadas.
En la gestión del expresidente Acurio se concesionó un nuevo colegio al consorcio San Jerónimo, integrado por Antalsis y C&G Contratistas generales, empresa ligada a Martín Belaúnde Lossio, asesor del expresidente Ollanta Humala.
Esa empresa recibió el 91% del presupuesto de S/ 6 millones 336 mil 493 soles y, luego, abandonó la obra. Licona prometió retomar el proyecto, pero hasta ahora no se licita, pese a que se cuenta con los expedientes concluidos.
Pero la gestión Licona inclusive tuvo que anular un proyecto: el relleno sanitario de Huancabamba que iba a tratar casi 350 toneladas de basura que produce la provincia del Cusco. En 2016, el Plan Copesco tuvo que desechar la iniciativa porque no había conseguido la licencia social de las comunidades. La obra estaba valorizada en 32 millones 918 mil 239 soles e iba a ser financiada por el BM.
Mientras tanto avanzan a paso de tortugas las obras de las carreteras Huancarani-Paucartambo, Pacchar-Huarocondo (Anta) y Yaurisque-Ranraccasa.