Trabajadores, administradores y promotores de los terminales informales, así como transportistas, protestaron ayer en contra del alcalde Carlos Moscoso que inició un proceso de cierre de esos establecimientos que han ganado terreno en la Ciudad Imperial.
Estos funcionan principalmente en las calles Pavitos, Grau y Puputi.
Los informales piden seguir operando hasta que -aunque suene insólito- la comuna cusqueña les construya terminales.
Al respecto, el gerente municipal Ismael Sutta Soto sostuvo que no pueden retroceder, porque forma parte de una política para ordenar la ciudad.
Fuente La República