La activación de un deslizamiento en la comunidad de Lutto, en el distrito cusqueño de Llusco, ha generado el colapso de la posta médica de esta localidad, la caída de 37 viviendas y la afectación a 43 familias, dejando a varias personas damnificadas.
Este tipo de fenómeno no es reciente. En el año 2015, grietas de similar magnitud se activaron en Socosbamba, centro poblado que se ubica en la provincia de Mariscal Luzuriaga, en la región Áncash.
En esta ocasión, el evento afecta a la comunidad cusqueña apareció en el año 2012, según informó la Municipalidad de Chumbivilcas y el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) de Cusco. Ambas instituciones indicaron que este tipo de fenómenos se pueden activar por la presencia de lluvias o cambio de temperaturas, siendo esta la causa del fenómeno recién reportado.
De acuerdo con Gustavo Infantas, jefe de Indeci Cusco, lo ocurrido en Lutto es una reptación de tierra. Esto quiere decir que “se ha saturado el terreno por la cantidad de lluvias. Al saturarse, se quiebra y hay un desnivel”, explicó Infantas. Él agregó que la profundidad de era de 7 metros, pero con la nueva activación, ocurrida a las 3:00 a.m. del jueves, esta se ha incrementado a 11 metros.
Por otro lado, Blanca Rosas Lizárraga, doctora en Mineralogía del Departamento de Ingeniería de Minas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), explicó que la zona Andina, en general, es una zona tectónicamente muy activa. “Por ello tenemos, en distintos lugares del país, pruebas de que hay movimientos de terrenos. A lo largo de la Cordillera Blanca se ve un sistema de fallas muy activo”, dijo a El Comercio.
Rosas agregó que “una falla activa de por sí genera estas diferencias de terreno y cuando, además, hay exceso de lluvias, los terrenos se vuelven más móviles y hay estos desprendimientos”.
La doctora comentó que este es un fenómeno repetitivo y que las lluvias excesivas son siempre un detonante. “Si está relacionado a una falla de la tectónica de nuestra región, pues siempre van a estar ahí. El riesgo está siempre presente”, alertó.
-Prevención-
Blanca Rosas hizo hincapié en la necesidad de estudios geológicos previos a la construcción de viviendas o centros importantes, como postas médicas o centros educativos, en determinados terrenos.
“Es el eterno problema del país: ubicación de zonas urbanas, de infraestructura importante en zonas donde no hubo estudios para identificar la presencia de una zona activa o de riesgo”, dijo.
Mencionó que estos lugares pueden ser identificados y que esto debería hacerse cada vez que haya un proyecto urbanístico o de instalación de una infraestructura relevante para la comunidad.
El Comercio.