El distrito de Machu Picchu, conocido también como Aguas Calientes, es una zona muy importante para la actividad turística del país, pero estaría en riesgo por la afectación de las quebradas de los ríos y la ubicación que más adelante podría generar altos riesgos, advirtió Marco Antonio Núñez del Prado, gerente general de Arvo Corporación.
A fin de prevenir una serie de desastres naturales en la región Cusco y ahuyentar el turismo receptivo e interno, el ejecutivo planteó una serie de acciones a favor de la localidad que alberga a la ciudadela inca de Machu Picchu, una de las siete grandes maravillas del mundo moderno.
“Se deben considerar urgentemente obras complementarias para controlar las aguas desde las partes más altas, o sea, la cabecera de cuenca y la misma cuenca en lo referente a medidas estructurales con proyectos concretos”, afirmó.
Señaló que, caso contrario, el turismo sería el más afectado, teniendo en cuenta que gran parte de la población cusqueña vive de la referida actividad económica. “Machu Picchu es el máximo atractivo turístico que ofrece nuestro país al visitante extranjero y, por ende, debe ser protegido de todo tipo de desastre natural”, refirió Núñez del Prado.
Al referirse del valle del Vilcanota, dijo que luego de sostener reuniones con las autoridades locales e instituciones en la zona, sugirió tomar acciones en la laguna de Piuray que es la principal fuente de abastecimiento de agua del Cusco.
“Se requiere definir fajas marginales y evitar la invasión de la población viviendas, así como limitar las actividades agrícolas en la ribera del lago, evitando su contaminación”, recomendó.
Agregó que se debe conformar una mesa técnica y su labor sería controlar la ribera de la laguna Piuray en la Región Cusco.
Sobre la zona del rio Huatanay (Cusco ciudad), Núñez del Prado se pronunció en favor de delimitar las fajas marginales, fiscalizar la contaminación de vertimientos y otras actividades productivas y la ocupabilidad de las viviendas.
“Mi preocupación es principalmente en la margen derecha del rio Huatanay y los peligros de desbordes por las lluvias y activación de quebradas”, expresó.
En ese sentido, el representante de Arvo Corporación propuso una serie de actividades y proyectos para prevenir y controlar los impactos de la activación de quebradas, en especial la quebrada de SAPHI, que impactaría sobre el centro de la ciudad.
“En la misma situación se sugiere efectuar en la zona de Angostura y Larapa (zona residencial de Cusco), evitando así inundaciones. Identificando las zonas vulnerables y sus alternativas de intervención y control en los planes de gestión”, puntualizó.
PELIGRO EN VILCANOTA
En las zonas de San Salvador, Pisaq, Urubamba y Taray, Marco Núñez del Prado sostuvo que se debe delimitar las fajas marginales. En el caso de San Salvador, sugirió la fiscalización y evitar la alteración del curso del rio por actividades extractivas de material de acarreo y la contaminación correspondiente.
Sobre Pisaq, indicó que se debe realizar el monitoreo y modelamiento de activación de quebradas y la fiscalización de vertimientos y contaminación del río, así como incorporar la gestión del agua en el plan maestro del distrito.
En lo referente a la zona del Urubamba, advirtió que hay un alto riesgo de la desglaciación de los nevados en la zona y propensa a una fuerte contaminación del rio. “Debe haber un fuerte control de vertimientos y las invasiones que contaminan y distorsionan los principales atractivos turísticos del Valle Sagrado de los Incas”, expresó.
En la localidad de Taray, señaló que se debe controlar la contaminación del río, evitar el tráfico de material de acarreo y el monitoreo de los vertimientos. “Sobre este punto, la propuesta es incorporar en el Plan de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial el tema de la gestión del agua. La cuenca en riesgo es la cuenca de Quesermayo que requiere ser modelo y se proyecte obras que garanticen y brinden seguridad”, explicó.
De otra parte, en la Zona de Raqchi, San Pedro y San Pablo, se coordinó para realizar trabajos, vía convenio con el Instituto de Manejo del Agua (IMA) del Cusco para levantar los 66 Km. y definir las zonas de riesgo y alto riesgo. “En las zonas de Sicuani, Andahuaylillas y Coya Urubamba se viene desarrollado un plan piloto”, agregó.
Finalmente, en Calca, Núñez del Prado advirtió que es importante tomar acciones preventivas por el alto riesgo que se tiene por el desglaciamiento de los nevados de Colquecruz y Chicón, que puedan afectar a los centros poblados porque se están formando lagunas (Sotococha y Panpacocha), teniendo en cuenta que el material de la zona no es estable.
“Se teme el riesgo de huaicos muy grandes similares al registrado en Yungay, Áncash. Igualmente, se debe delimitar las fajas marginales en todo el valle y evitar la invasión de los centros poblados, controlar los botaderos y activación de las quebradas a fin de evitar el desborde del rio”, puntualizó.
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