jueves, 21 de diciembre de 2017

El mejor cacao cusqueño convertido en hermosas obras de arte

El ingenioso diseño arquitectónico de la ciudadela inca de Machu Picchu, es fuente de inspiración para un grupo de emprendedores cusqueños, que decidieron juntar la historia, el arte y el mejor chocolate del Cusco en un nuevo producto que reúne lo mejor de la Ciudad Imperial en una nueva alternativa alimenticia y artística.


Se trata de Kontiti, el primer chocolate convertido en una obra de arte, el mismo que lleva a locales y turistas obras tan primorosas como una ciudadela inca, un tradicional tumi, un aríbalo antiguo y hasta una familia de tiernos cuyes, todo en base al mejor cacao cusqueño y a las finísimas manos de un artista de renombre en todo el Perú.

CUANDO LA MAGIA SE JUNTA.

Abel Rozas, uno de los fundadores de esta empresa, cuenta a Correo que su propuesta recién inició el año pasado y que no solamente busca alimentar, sino también compartir el sello de la identidad cultural de los cusqueños y peruanos.

“La región Cusco, fuente de una riqueza arqueológica extraordinaria, es también origen de un vasto potencial natural, donde la variedad de su producción es una excelente opción para dinamizar la economía local. La variedad de sus productos, entre ellas el cacao chuncho, cultivo nativo considerado por sus características como el más fino, es sin duda uno los emblemas que enorgullece a quienes la Iván Mejía, artista proveniente de una casta de creadores del antiguo barrio de San Blas, es quien se encarga de darle la forma al chocolate recién salido de la olla y es el hombre que combina este producto orgánico con diferentes diseños, como complemento de la creatividad puesta en la mesa de los consumidores.

“Nuestra milenaria cultura supervive no solamente mediante los monumentos arqueológicos; sino también a través de sus expresiones artísticas que son nuestra inspiración y manifiestan al mundo que la creatividad de los peruanos y especialmente de los cusqueños es inagotable(...) les invitamos a que se atrevan a degustar el propio Machu Picchu o un tumi y que nos digan, como muchos de nuestros clientes, que el chocolate Kontiti es una maravilla” nos dice el artista mientras plasma una ecxelente fusión de arte y sabor en una escultura de chocolate.producen y procesan”, cita orgulloso..

UNA CULTURA DE CREATIVIDAD E INNOVACIÓN.

Los empresarios nos cuentan que mediante la fabricación y comercialización de alimentos artesanales y orgánicos de la más alta calidad buscan posicionarse como empresa líder aplicando una cultura de creatividad e innovación en el desarrollo de sus productos impulsando la responsabilidad social.

“Somos una empresa cusqueña de servicios alimenticios dedicada a la producción de chocolates netamente originales en sabor y presentación y nos hemos trazado el reto de revalorar nuestra historia a través del chocolate elaborado con el cacao más puro y cremoso, el cacao chuncho que produce el Valle de La Convención”, finaliza Abel.

Sin duda que el desafío motiva a este grupo de empresarios cuyo optimismo se sustenta en el éxito que están logrando, en las invitaciones a diferentes ferias y exposiciones donde su producto ha comenzado a ser calificado y valorado como un excelente aporte desde la antigua Capital de los Incas, ciudad donde la pasión por el café, té y el buen chocolate, tiene la exaltación de los que construyeron la gran civilización andina.