En 2016, un turista que había visitado Cusco volvía con un 78% de satisfacción a su hogar de origen. Un porcentaje de complacencia importante.
Pero este año la satisfacción bajó. Un visitante alcanza un 74% de agrado durante su estadía en la capital del Tahuantinsuyo. Hubo una reducción de 4%. Mientras que la insatisfacción pasó de 22% a 26% en ese mismo periodo.
Aunque parezca una caída poco significativa, para un sector altamente sensible como el turismo es alarmante. El director de Comercio Exterior y Turismo, Rosendo Baca, mostró preocupación por la reducción en 4% en la de satisfacción del turista. “Eso es grave para una actividad tan sensible como el turismo. Nos preocupa que eso pase, porque provocará una reducción del flujo turístico. Cada turista insatisfecho lo hace saber en su país”, precisó.
Para el próximo año, las cosas pintan mal. Debido a las constantes huelgas y la disputa de dos empresas de transporte por operar en la carretera que conduce a la maravilla mundial, la insatisfacción podría seguir en alza.
El observatorio de turismo del Grupo Gestor de Turismo Sostenido (OGD) Cusco reportó esos datos estadísticos mencionados. El estudio de nivel de satisfacción del turista en el destino turístico Cusco se hizo en tres momentos: en marzo, junio y octubre. Consistió en un sondeo a los visitantes en el aeropuerto Alejandro Velasco Astete y el terminal terrestre de la Ciudad Imperial. “La muestra más grande se toma en junio”, apuntó José Fernando Santoyo Vargas, director de la OGD Cusco.
Los turistas nacionales y extranjeros responden la encuesta a la salida de Cusco, es decir, cuando ya han utilizado o recibido el servicio en el Ombligo del Mundo. Este año fueron 1547 visitantes consultados sobre su experiencia y satisfacción con los servicios. A los turistas no les satisface en un 68% “la calidad del entorno urbano”. Santoyo precisa que esto se debe al crecimiento desordenado de la ciudad y las alteraciones ocurridas en el Centro Histórico por construcciones modernas. Uno de los casos podría ser la inmensa edificación del hotel Sheraton en pleno corazón de la Ciudad Imperial.
No están satisfechos en un 56% con el “precio del destino”. Le siguen en menores porcentajes la falta de oficinas de información turística, calidad del entorno rural, mala calidad del servicio de transporte y traslados.
Respecto a este último punto, la presidenta de la Asociación de Agencias de Turismo (AATC), Silvia Uscamayta, consideró que la insatisfacción podría aumentar en 2018, debido al mal servicio que está prestando Consettur en la ruta hacia Machupicchu, donde viaja la mayoría de turistas que llegan a suelo imperial.
El miércoles pasado, Consettur suspendió el servicio de manera intempestiva y sin causa aparente y afectó a casi 2 mil visitantes. “Eso ha sido un atentado al turismo”, anotó Uscamayta.
Tampoco quedan conformes, aunque en porcentajes menores a 20%, con la señalización en los sitios turísticos, el servicio en hospedajes, sensación de seguridad y orden, entre otros.
TURISMO A LA BAJA
Otra preocupación -después de la caída del nivel de satisfacción- es la retracción del crecimiento turístico. En los últimos cinco años el número de visitas a Cusco crecía a un ritmo de entre 5% y 7%. Uscamayta advierte que hubo una retracción severa. Es posible que en 2018 no se llegue a crecer ni siquiera en 5%.
En cinco meses de 2017 (enero febrero, marzo, mayo y junio) el número de visitantes fue menos que en 2016. Solo en abril, julio agosto y setiembre el flujo fue mayor al año anterior, según las cifras de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (ver infografía). Todavía no hay cifras oficiales de octubre y noviembre.
De acuerdo a las proyecciones de Dircetur, en el último trimestre del año se pretende revertir el actual panorama. La meta es cerrar el año con 3 millones 571 mil turistas, es decir, 304 mil 885 turistas más de lo recibido en 2016, que fue de 3 millones 266 mil 120 visitantes.
Fuente La República