jueves, 28 de junio de 2018

Teleférico de Machu Picchu reemplazará al actual sistema de buses para turistas


Una de las propuestas más interesantes del proyecto del Teleférico de Machu Picchu señala que el futuro sistema de telecabinas sustituirá al actual servicio de buses turísticos, para el traslado de pasajeros entre el distrito de Machu Picchu Pueblo y el Santuario Histórico.

En efecto, según el proyecto al que tuvo acceso Portal de Turismo, se estima que antes de fin de año se otorgue la concesión del teleférico para que su construcción inicie en los primeros meses de 2019 y culminen en 2021. Durante el tiempo que duren las obras seguirán circulando los buses por la carretera Hiram Bingham, pero dejarán de hacerlo cuando entre en operación el nuevo servicio de transporte por cable.

Actualmente, más del 90% de turistas nacionales y extranjeros utilizan el sistema de transporte en buses para llegar al Parque Arqueológico de Machu Picchu. Sin embargo, la capacidad de estos vehículos ha colapsado pues su oferta de asientos ha sido superada por la demanda de pasajeros, lo que origina largas colas y demoras en el servicio.

La ruta entre Machu Picchu Pueblo y el Santuario es operada por una sola compañía de transportes, Consettur, en una suerte monopolio que lleva más de dos décadas. Dicho consorcio está conformado por diversas empresas de la localidad entre ellas Tramusa, que pertenece a la Municipalidad Distrital de Machu Picchu.

Frente a ello, lo que propone el proyecto es que Tramusa formará parte del nuevo consorcio que gestionará el teleférico, empresa que estará integrada también por el concesionario encargado de la operación y la propia población de Machu Picchu en calidad de accionistas. Entre estos últimos estarán los empresarios del actual servicio de buses.

En ese sentido, el documento señala que el concesionario estará obligado a ejecutar una oferta pública de acciones hasta por el 90% del capital social de la empresa a favor de personas naturales y jurídicas domiciliadas en el distrito de Machu Picchu. El capital social de la empresa será equivalente al 30% de la inversión total del proyecto.

Es decir, la sociedad concesionaria tendrá el siguiente modelo: 90% de participación de la población local (accionistas minoritarios) y 10% de participación del operador del teleférico.

“Las empresas de transporte de buses proporcionarán el servicio como en la actualidad durante el período de construcción (del teleférico), además quedarán como reserva fría por un tiempo determinado y podrán participar como postores o accionistas en este proyecto”, precisa el proyecto.

Subraya también que el sistema de transporte actual de buses cuenta con una oferta de apenas 2,055 plazas diarias y 918,000 plazas anuales, para una demanda de 1,300,000 plazas anuales aproximadamente; es decir, existe un déficit que cubrir. Su oferta se limita a 24 unidades, trayectos de 20 minutos de ida y otros 20 de vuelta, con tiempos de espera de 10 minutos y largas colas en las estaciones. A ello se suman la alta contaminación y los elevados costos de mantenimiento de la carretera.

Por ello, se destacan diversos beneficios del futuro Teleférico de Machu Picchu, entre ellos la sustitución del sistema de transporte en bus, agilización del servicio (sin colas), trayecto más rápido de apenas 6.8 minutos, precio más bajo del ticket, mejor experiencia en la visita y seguridad de los pasajeros. Asimismo, la menor contaminación ambiental en el Santuario por el uso de energías renovables, en sustitución del petróleo; y la preservación del patrimonio arqueológico y cultural.

Portal de Turismo.