La Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Apotur) expresó su malestar y preocupación por el paro realizado ayer en Cusco, en contra del aumento del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), debido a que perjudicó la actividad turística, más aún cuando la región se encuentra en temporada alta y con los hoteles en su máxima capacidad.
Heddy Espinoza de Vílchez, presidenta de Apotur, dijo que, pese a los inconvenientes ocasionados por las protestas, se desarrollaron los actos celebratorios del Corpus Christi y se pudo superar las molestias gracias a la masa laboral turística que hay en la ciudad imperial.
Sin embargo, afirmó contundentemente que esta paralización de labores es una propaganda negativa para el país en las esferas internacionales, teniendo en cuenta que ayer se realizó en Cusco el Corpus Christi, festividad previa al Inti Raymi.
“Gracias a Dios no se produjo accidente alguno que lamentar y la gente involucrada en el turismo apoyó en el traslado del visitante y en poder cumplir con el programa trazado, evitando así la pérdida de su tren que lo conducía a Machu Picchu o su vuelo de regreso a Lima”, sostuvo.
La titular de Apotur fue enfática al manifestar que todo paquete turístico adquirido con anticipación tiene que ser cumplido en su totalidad, porque, de lo contrario, “tendría fuertes repercusiones en el país de origen”.
Sin embargo, reconoció que sí hubo cierto malestar en los turistas porque no se pudo cumplir con los city tour establecidos en la ciudad de Cusco.
Al respecto, destacó la labor de los guías oficiales de turismo ya que se encargaron de explicar a los visitantes los motivos de esta paralización de labores y las razones que llevaron a realizar la visita de una manera y no como fue contratado.
“Al final, el viaje se realizó de una mala forma, pero se llegó a cumplir con el objetivo de visitar Machu Picchu, pero con un atraso de cuatro a cinco horas”, indicó la dirigente empresarial.
Espinoza de Vílchez dijo que en una temporada alta como la que se registra en la región Cusco, se prevé una asistencia de unos 4,000 visitantes por día, “teniendo en cuenta que los hoteles están copados en su totalidad, los vuelos llenos de turistas que van y vienen de la ciudad imperial”.
Igualmente, dijo que, a pesar de que no se ha registrado pérdidas económicas, se tuvo que rehacer los programas “y eso significó costos adicionales y un mayor despliegue de personas (guías) manejando un grupo de turistas”.
“En este caso, hemos tenido que tener de cuatro a seis más y personal de apoyo para ver el tema de los equipajes. Ha sido un gasto extra para los operadores”, acotó.
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