En lo que va del año, tres personas han muerto en Cusco realizando el deporte de aventura conocido como zip line, tirolesa, tirolina o canopy. Los fallecimientos están relacionados a la empresa Agencia Cusco Perú Zipline, dueña de la infraestructura para realizar dicha actividad en el distrito de Maras, ubicado en el Valle Sagrado de los Incas.
Los casos son los de Nathaly Salazar Ayala, una turista española – ecuatoriana que falleció el pasado 2 enero al estrellarse con una de las plataformas (esto según versión de los hombres implicados en su muerte), de Milushka Pacheco Colquicocha, una turista limeña, y de Vincer Quispe Reyes, un trabajador informal de la empresa. Los dos últimos fallecieron el último miércoles cuando el cable que los trasladaba se rompió y cayeron al vacío.
El comisario de Maras, Carlos Aucaise, detalló que el enamorado de la turista, Arturo Gabrielli, de nacionalidad italiana, presenció cómo se cortó el cable y la caída de su pareja al precipicio. Él iba a deslizarse por la tirolina después de ella.
Los dueños de Agencia Cusco Perú Zip line, Mario Meza Auccapuma y Raúl Romaní Gómez, están desde la noche de ayer con 9 meses de prisión preventiva. El Ministerio Público les imputa el delito de homicidio simple.
El Comercio.